17 Jul 21 cosas que las personas con TDAH quieren que sepas (2ª parte)
12. No es tan sólo una falta de fuerza de voluntad que te impide concentrarte.
“Lo que sea que hace a la gente perder la concentración es mucho más grande que su habilidad para controlarlo; eso es exactamente lo que hace al TDAH un desorden”, señala Murphy. Es el sentimiento “lo haría si pudiera pero no puedo”. Y el ciclo sin fin de intento y error de concentrarse puede ser muy desmoralizador si no entiendes que la causa subyacente es una disfunción cerebral fuera de tu control.
13. La memoria funcional es un problema enorme, por lo que las personas con TDAH a menudo olvidan lo que están haciendo.
“La memoria funcional es como la grabadora de la mente o el bloc de notas; mantiene toda la información reciente en tu mente permitiendo completar ciertas tareas”, dice Barkley. Te recuerda lo que estás haciendo, cuál es tu meta en cada momento y cuáles pasos darás para llegar allí.
Cuando la memoria funcional está dañada, es fácil colapsarse con pensamientos y por tu comportamiento para distraerte con lo que hay a tu alrededor. “Las personas con TDAH tienen muchos problemas recordando lo que están haciendo en cualquier momento dado, no lo que hicieron”, señala Murphy – lo que explica por qué a menudo vana un sitio y olvidan por qué lo hicieron.
14. No tener concepción temporal es también un problema enorme.
Según los expertos, las personas con TDAH son incapaces de comprender el paso del tiempo. Fácilmente pierden la noción del tiempo, subestimando cuánto llevará hacer cosas, o tratando de hacer siempre una cosa más antes de salir de casa. Llaman a esto “ceguera del tiempo” y puede tener que ver también con problemas de fuerza de voluntad.
“Es enormemente difícil simplemente ser consciente del tiempo y dejar de hacer cosas cuando tienes que irte”, dice Murphy. Así, es útil para individuos con TDAH dejar señales en su entorno para situar al tiempo en el centro de su atención -ya sea dejar cincuenta alarmas antes de salir de casa o un reloj de arena en tu escritorio.
15. La medicación ayuda, pero no hay una píldora mágica.
La medicación trata la biología subyacente del cerebro incrementando el riego sanguíneo en el córtex frontal, el cuál es hipo activo, señala Murphy. Pero tratar el TDAH no es tan simple como tomarte tus pastillas – especialmente cuando éstas tan sólo normalizan temporalmente el funcionamiento de tu cerebro.
El tratamiento más efectivo a largo plazo ,según Murphy, es generalmente una combinación de medicación, modificaciones de comportamiento, terapia y cambios en el entorno enfocados al rendimiento – lo cual, sí, es mucho trabajo duro, pero a menudo produce un gran cambio.
16. Las personas con TDAH a menudo necesitan muchos recordatorios para mantenerse concentrados, gestionar el tiempo y planificar de manera efectiva.
“Cuando comprender completamente la naturaleza del desorden, desarrollas estrategias para gestionarlo agresivamente”, dice Murphy. Todo el mundo tiene su propio sistema para controlar sus síntomas, y cuesta un mundo que otras personas lo respeten, sin importar lo raro o simple que parezca.
17. Encontrar el entorno adecuado y la estimulación que te ayude a ser más eficiente es un reto enorme.
Las personas con TDAH a menudo tienen una variabilidad situacional de síntomas, señala Murphy, la cual significa que ciertas circunstancias pueden hacer que la tarea de concentrarse sea mucho más problemática, mientras que otras pueden ser mucho más fáciles. Posiblemente creas que escuchar música clásica, mascar chicle o estar en silencio total son tus zonas de comfort. Encontrar el entorno que funciona contigo es crucial puede cariar dependiendo de la persona y sus síntomas específicos.
18. Puede parecer que las personas con TDAH procrastinan, pero en realidad es que tienen problemas ejecutando los pasos para llegar a una meta.
Alcanzar una meta en el futuro que requiera pasos extra en el tiempo es muy difícil. “Para las personas con TDAH, un deadline para entregar un paper en tres meses no es algo real – es ahora o no es ahora”, señala Murphy. Es mucho más difícil para el cerebro crear esos pasos adicionales sobre la marcha, y la persona puede subestimar cuánto tiempo llevarán,por lo que acabará haciéndolos a última hora.
19. También es muy difícil controlar tus emociones, tanto positivas como negativas.
Dado que el TDAH es un enorme desorden de autocontrol, es muy difícil para las personas que lo padecen gestionar emociones fuertes que son provocadas por cosas alrededor de ellas. No es tan sólo sentir emociones negativas como ira o tristeza, sino también amor, felicidad, excitación… Así que tanto un mal titular en el periódico como el pensamiento de una nueva relación pueden dar al traste con tu día.
20. Tener TDAH a menudo viene acompañado por sentimientos de miedo y dudas existenciales.
Incluso cuando alguien con TDAH hace algo bien, puede sentir miedo de no ser capaz de volver a hacerlo de manera consistente. Sienten miedo de que se les exija como estándar su mejor nivel de rendimiento, señala Murphy, ya que cualquier nivel inferior puede ser atribuido a pereza y hacerles sentir desmoralizados.
Así, las personas con TDAH a menudo se sienten tímidas a la hora de hacer frente a tareas desafiantes o a nuevos trabajos y prefieren quedarse en su zona de confort en un entorno predecible. La idea de encontrar una manera de gestionar sus síntomas en un nuevo entorno y fallar es tan aterradora que puede hacerles declinar cualquier decisión de hacer algo que en realidad quieren hacer.
21. El TDAH es una discapacidad crónica, pero es absolutamente posible controlarla.
Aproximadamente el 5% de los niños tienen TDAH, y Murphy dice que alrededor del 80% de ellos lo seguirán teniendo como adultos. En realidad no te libras del TDAH -pero mucha gente encuentra las estrategias adecuadas o el sistema de apoyo necesario para ayudar a reducir significativamente los síntomas y prosperar en lo que desean hacer.
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